EL CUYO, UN PARAÍSO ESCONDIDO EN YUCATÁN.
El Cuyo es un lugar maravilloso ubicado en la Península de Yucatán, a tan solo 2 hr del Aeropuerto Internacional de Cancún.
Es conocido por poseer las playas más bellas de México, siendo galardonado por los premios Internacionales "PLAYA PLATINO"

Seguíamos el sendero de hojas secas sobre el suelo, el otoño en la costa del mar caribe es algo distinto al imaginario que las películas americanas han retratado en nuestras mentes, mientras que los colores de las hojas en el suelo arden en rojos apagados, aquellas que persisten en los árboles iluminan el paisaje con múltiples tonalidades verdes llenas de vida, el contraste era hermoso de ver, tanto, que nos dolió el corazón apartar la mirada para grabar el camino, pero teníamos que hacerlo, pues no sabíamos si volveríamos a ver uno como aquél.
Habían transcurrido poco menos de dos horas desde que partimos de Playa del Carmen, pero se sentía como si solo hubiéramos estado media hora en carretera, pudo haber sido la buena compañía, pero en definitiva los feéricos paisajes hicieron magia en nuestra percepción del tiempo. Igual, no estábamos listos para lo que estaba por venir
.Apenas vislumbrábamos el letrero que nos daba la bienvenida al pueblo y ya no teníamos aliento, a los costados del puente de acceso había un lago cristalino que se engalanaba con millares de plumas rosas portadas por la parvada de flamingos más sociable que puedas pensar, sin exagerar, la presencia de las personas en el barandal parecía que lejos de molestarlos, les invitaba a posar de manera elegante.
Esto solo hizo que nuestra emoción aumentara y con el corazón en la mano avanzamos un par de metros más rumbo al norte.

Antes de llegar a nuestro paradero final, nos vimos obligados a detenernos, puede que nuestra mente hubiera sentido media hora, pero el estómago había vivido el recorrido completo.
Encontrar un lugar donde comer no fue complicado, La Conchita era el único sitio en nuestra mente después de una serie de insistentes recomendaciones por parte de nuestros amigos que habían tenido la dicha de visitar El Cuyo anteriormente y para fortuna nuestra, ¡se encontraba abierto!
Bastó con tener un solo pie dentro para sentirnos transportados a los inicios de Tulum hace 20 años, con sus rústicas mesas de madera al aire libre, las linternas flotantes y su especialidad en mariscos.
