Invertir en Riviera Maya en 2025 representa una oportunidad con fundamentos sólidos: la región continúa en auge gracias al crecimiento sostenido del turismo, la plusvalía inmobiliaria y la demanda de rentas vacacionales. Según datos oficiales de Quintana Roo, durante los primeros cinco meses de 2025 el promedio mensual de llegadas internacionales fue de 928 mil personas, superando al promedio mensual de 859 mil de 2024. Además, la recaudación del Impuesto al Hospedaje alcanzó más de 2,434 millones de pesos en el primer semestre, un incremento del 17 % respecto al mismo periodo de 2024.
Estas cifras muestran que la demanda de hospedaje, propiedades vacacionales y residencias de mediano y largo plazo sigue en crecimiento. Se proyecta que al cierre de 2025, Quintana Roo recibirá más de 20 millones de visitantes, lo que mantiene un flujo constante de turistas y asegura oportunidades atractivas para inversionistas. La Riviera Maya continúa liderando junto con Cancún la expansión hotelera del país, concentrando más del 90 % de nuevas habitaciones turísticas en México.
Para un inversionista principiante, esto significa un mercado con alta demanda turística, plusvalía en crecimiento y diversidad de opciones: desde preventas accesibles hasta propiedades premium frente al mar. Con la asesoría adecuada, invertir aquí permite construir patrimonio de manera segura y proyectar un retorno consistente.
Playa del Carmen combina actividad urbana con vida turística de alta demanda. Su mercado inmobiliario es dinámico, con opciones que van desde departamentos para renta vacacional hasta residencias de lujo. La ocupación promedio anual se mantiene alta y la demanda de expats y turistas asegura rentabilidad constante. La plusvalía ha crecido sostenidamente en zonas como Ciudad Mayakoba y avenidas emergentes.
Puerto Morelos ha evolucionado de pueblo pesquero a zona emergente de alta apreciación. Su atractivo principal es la combinación de tranquilidad, desarrollo controlado y cercanía al aeropuerto de Cancún. Las preventas en esta zona ofrecen un potencial de crecimiento sólido, ideal para inversionistas que buscan plusvalía a mediano plazo.
Cancún sigue siendo la joya turística del Caribe mexicano. Con infraestructura madura, conectividad internacional y servicios consolidados, asegura un flujo constante de visitantes. Es la opción preferida para quienes buscan estabilidad, liquidez y rentabilidad predecible en renta vacacional o corporativa.
Cozumel es un mercado especializado: turismo de cruceros, demanda de propiedades vacacionales y entorno seguro y exclusivo. Aunque la oferta es más limitada, la plusvalía tiende a ser alta y constante, lo que la convierte en una excelente alternativa para perfiles que buscan inversiones de nicho.
Factores a comprarar
Rendimiento y plusvalía proyectada
- La plusvalía anual en zonas populares de la Riviera Maya en 2025 se estima entre 8 % y 12 %, con proyecciones sostenidas a 5 años.
- La absorción del mercado es sólida: en 2024, de 11,424 unidades disponibles, se vendieron 4,972, una tasa de 43 %, lo que indica un equilibrio saludable entre oferta y demanda.
Tipo de propiedad
- Preventa: permite ingresar con precios más bajos y proyectar plusvalía a mediano/largo plazo.
- Llave en mano: genera flujo inmediato de ingresos por renta vacacional o larga duración.
Ubicación exacta
La micro ubicación influye hasta un 30 % en el éxito de la inversión: cercanía a la playa, accesos, servicios, seguridad y planes urbanos deben ser evaluados cuidadosamente.
Demanda turística
- Turismo internacional y nacional sigue en aumento: la Riviera Maya concentra gran parte del desarrollo hotelero nuevo de México, asegurando ocupación estable.
Perfil de inversionista recomendado
- Plusvalía a mediano/largo plazo: preventas en Playa del Carmen o Puerto Morelos.
- Flujo inmediato: propiedades llave en mano en Cancún o Cozumel.
- Equilibrio entre plusvalía y renta: Playa del Carmen con demanda diversificada.
Riesgos y consideraciones
- Mercado competitivo: absorción rápida de inventario.
- Dependencia del turismo: cambios globales pueden afectar ocupación.
- Micro-ubicación clave: no todas las zonas tienen el mismo potencial.